Cada verano, leemos historias en los medios de comunicación sobre la importancia de aplicar protector solar todos los días. Si usted es una de las muchas personas que disfruta de un bonito bronceado durante las estaciones más cálidas, entonces este consejo puede ser fácil pasar por alto, después de todo, que malo puede ser no ponerse la loción uno o dos días a la semana? Usted puede cambiar de opinión después de enterarse de un nuevo estudio publicado en la Revista Annals of Internal Medicine que sugiere que las aplicaciones regulares de protección solar pueden hacer una gran diferencia en la apariencia de su piel.
Evite las arrugas
Los investigadores reunieron a un grupo de individuos menores de 55 años y les pidieron aplicar protector solar con un factor de 15 o superior, en la cabeza, el cuello, los brazos y las manos todos los días después del baño, después de pasar más de unas pocas horas directamente bajo el sol o después de sudar en gran medida. Otro grupo se le pidió que aplicara protector solar «a su discreción». Los investigadores tomaron las impresiones de la parte posterior de las manos de los participantes al inicio del estudio y de nuevo 4,5 años más tarde. Estas impresiones fueron capaces de mostrar cambios microscópicos en la piel, incluidos los signos de envejecimiento.
Los resultados del estudio demostraron que los participantes que usaron protector solar a diario mostraron 24 por ciento menos de envejecimiento de la piel en comparación con las personas que se les permitió aplicar una loción a su propia discreción.
Años en el sol
Este estudio puede incitar a los jóvenes a proteger su piel del sol, pero ¿qué pasa con aquellos de nosotros que ya han comenzado a mostrar signos de envejecimiento? Si bien sigue siendo recomendable aplicar protector solar para evitar más la aparición de arrugas, puede ser aconsejable reservar una cita con un cirujano plástico acreditado para discutir las opciones anti-envejecimiento. Exiten en la actualidad muchos métodos para fotorejuvination que pueden eliminar las manchas solares y otros signos de envejecimiento en la piel, incluso en las manos, donde a menudo son más evidentes.