Antes de comprender cómo funciona la cirugía de párpados, es importante conocer la estructura subyacente de los párpados. Al igual que el resto del rostro, los párpados están conformados por capas de piel, músculo y grasa sostenidos en su lugar por el septum o tabique orbitario. Con el transcurso del tiempo, la edad y los factores ambientales, tales como el daño solar y el tabaco, provocan la ruptura de la red de soporte de los párpados. De esta forma, la piel pierde su estructura y elasticidad y se vuelve flácida. Las capas musculares también se debilitan, lo cual, junto con la pérdida de elasticidad cutánea y los efectos de la gravedad, provoca la caída de los párpados. Por lo general, los depósitos de grasa le otorgan a los párpados un aspecto relleno. Sin embargo, la grasa también se reduce con el paso del tiempo y se desplaza debido al debilitamiento del septum orbitario, lo que trae como consecuencia hinchazón y bolsas alrededor de los ojos. La blefaroplastia es una técnica quirúrgica destinada a solucionar estos problemas.