El tratamiento del cáncer de mama está basado en la eliminación de las células tumorales y en el control de su evolución. El tratamiento más habitual suele ser combinado, ya sea extirpándolas mediante procedimientos quirúrgicos (mastectomía) o eliminándolas con radioterapia o quimioterapia. El tipo de tratamiento que se ofrece dependerá del tipo histológico de cáncer que la paciente tenga, así como del grado de infiltración y de diseminación detectados en el momento del diagnóstico.
La reconstrucción de la mama extirpada tras un cáncer es actualmente uno de los procedimientos quirúrgicos, dentro de la cirugía plástica, más seguros y gratificantes para la paciente.
La reconstrucción mamaria tiene como fin:
• Recrear una mama de aspecto natural, incluyendo la areola y el pezón.
• Eliminar la necesidad de llevar prótesis externas de relleno, posibilitando llevar prendas de vestir que no serían posibles sin reconstrucción (bañadores, escotes, etc.).
• Rellenar el hueco y la deformidad que puede quedar en el tórax.
• Restaurar la imagen corporal y mejorar la calidad de vida de la paciente.